La Verificación Técnica Vehicular (VTV) es uno de los trámites más relevantes para los conductores particulares, ya que constituye la condición necesaria para circular de manera legal en todo el territorio argentino. En la Ciudad de Buenos Aires, el requisito alcanza a los autos que superan los cuatro años desde su patentamiento o aquellos que, aun siendo más nuevos, ya recorrieron más de 64.000 kilómetros. La norma es clara: apenas se cumple una de esas dos condiciones, el vehículo debe presentarse a control.
La finalidad de este procedimiento va más allá de lo meramente administrativo. Se trata de un mecanismo de prevención que apunta a corroborar que cada automóvil cumpla con estándares básicos de seguridad y niveles aceptables de emisiones contaminantes. En otras palabras, la revisión busca garantizar que las calles, avenidas, autopistas y rutas sean transitadas por vehículos en condiciones apropiadas, reduciendo los riesgos de fallas técnicas y al mismo tiempo cuidando el medioambiente.
El trámite, sin embargo, no es estático. Como ocurre con otros servicios y gestiones oficiales, sus valores están sujetos a actualizaciones periódicas. Desde el 24 de junio rige en la Ciudad un aumento del 20% en las tarifas, dispuesto por el Gobierno porteño a través de una resolución publicada en el Boletín Oficial. Esta modificación se suma a los incrementos ya aplicados a lo largo de 2025, en un contexto general de ajustes sobre tarifas de servicios públicos y costos administrativos. Tras el último ajuste, el precio vigente para los autos quedó establecido en $63.453, mientras que para las motos es de $23.858.